12 horas atrapada en un coche en la M-40 por la nevada Filomena

Escrito hace
3 añosel
La vecina de Alcobendas, Rocío Solera, quedó atrapada durante 12 horas aproximadamente en el acceso de la M-40 a la M-607 por la nieve caída.
“Ver llegar a los efectivos de la Unidad de Emergencias del Ejército al lugar a las 8 de la mañana fue como una aparición”, ha señalado.
La joven añade que se emocionó “al llegar a casa” tras 12 horas en mitad de la noche aguardando ayuda.
La nevada provocada por Filomena dejó atrapados a centenares de personas en coches en la M-40 en la noche del 8 de enero de 2021. Tuvieron que sufrir la inclemencias del tiempo mientras esperaban la llegada de las fuerzas de seguridad y Emergencias. La vecina de Alcobendas, Rocío Solera, ha contado en Onda Cero Madrid Norte cómo se enfrentó a esta situación en la M-40.
Según ha explicado la propia Solera, la joven salió el viernes a las 21 horas de Pozuelo de Alarcón para volver a casa. Al salir a la carretera, se encuentra con dificultades para conducir en la M-40, ya afectada por la nieve. “El trayecto que normalmente se hace en 20 minutos, se convirtieron en horas porque la circulación era lenta”, ha señalado. También porque había vehículos atravesados en la carretera.
Solera explica que estuvo como cuatro o cinco horas circulando lentamente hasta llegar al punto kilométrico 57 de la M-40. El acceso que conecta con la M-607 es una rampa donde fue imposible seguir el trayecto por la nieve acumulada. Según ha explicado, había más de un centenar de personas en el lugar en la misma situación.
Las llamadas a los teléfonos de emergencia no sirvieron de mucho. La nevada que ha afectado a toda la Comunidad de Madrid es la más cuantiosa en 50 años. Y los cuerpos de seguridad y emergencias se encontraron también con coches atravesados y dificultades para circular y llegar a los sitios donde se les requería. Solera señala que ha habido “algo de improvisación” ante esta situación.
Los atrapados tuvieron que echar mano de paciencia durante las horas de espera, en mitad de la noche y con nieve que caída por todos los lados. Esto obligaba a los conductores a salir del coche cada 20 minutos para despejar el parabrisas.
Rocío Solera señala que aunque no le dio hambre en esas horas si tenía algo de comer que había metido en el coche. Lo más socorrido fue la manta que metió en el coche esa misma mañana antes de irse a trabajar.
La joven tampoco consiguió dormir durante esas horas. Sobre todo al estar expectante de lo que ocurría alrededor y esperando que llegara alguien a socorrerles. Finalmente, llegaron los efectivos de la Unidad de Emergencias del Ejército (UME) hacia las ocho de la mañana.
Los atrapados se vieron obligados a dejar el coche donde estaban, donde aún siguen, y les llevaron hasta el edificio de Telefónica. Allí pudieron resguardarse y recibir algo de comida. Luego cogieron el metro para volver a su destino, Alcobendas.
“Me emocioné nada más llegar a casa. No nos damos cuenta de lo que mucho que tenemos hasta que nos ocurren estas cosas”, explica esta joven.
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