Así han mostrado en una ‘performance’ las secuelas psicológicas de la pandemia

Escrito hace
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Dos actrices de Tres Cantos han mostrado los efectos psicológicos de la pandemia del coronavirus en una performance de danza y teatro. La ‘performance’ ha formado parte de la presentación del balance del Plan de Salud Social por parte del Ayuntamiento tricantino.
Susana Merino y Asunción Errazquin han mostrado el miedo, la incertidumbre, la soledad y la tristeza que provocó el aislamiento, las muertes de seres queridos o la escasa información sobre el virus. Pero también, al final de la actuación, la vuelta a la normalidad con el reencuentro con familiares y amigos, los besos y los abrazos.
Dos actrices de Tres Cantos, Susana Merino y Asunción Errazquin, han mostrado las secuelas psicológicas de la pandemia del coronavirus en una performance de danza. Dicha actuación ha formado parte de la presentación del balance del Plan de Salud Social por parte del Ayuntamiento tricantino que ha tenido lugar hoy. Justamente este plan se inició en mayo de 2021 tras detectar los efectos de la pandemia entre la población. Y su objetivo ha sido recuperar la salud general y el equilibrio mental, tanto individual como colectiva.
Vestidas de blanco, Susana Merino y Asunción Errazquin han comenzado la actuación detrás de uno de los paneles de cristal de la fachada del Centro Cultural Adolfo Suárez. Con el movimiento de sus cuerpos, han transmitido el miedo, la incertidumbre, la soledad y los nervios que provocó el confinamiento, la soledad, las muertes de seres queridos o el miedo a lo desconocido. En algunos momentos golpeaban el cristal, en otros intentaban buscar una inexistente salida, siempre con movimientos en los que se retorcían sus cuerpos.
Performance de carga simbólica
Sus evoluciones han sido sobre dos sillas negras, con la cara parcialmente tapada por mascarillas también negras. En un momento dado, se han tumbado agotadas sobre el suelo. Una música más alegre que la que guió sus movimientos anteriormente ha surgido. Ahí ha comenzado la segunda parte de la actuación, la del reencuentro de las personas tras el confinamiento. Primero quitándose la mascarilla, después reencontrándose y acercándose a la compañera poco a poco para darse un abrazo. Después han salido a la calle donde han recibido los rayos del sol, han percibido la brisa y se han acercado al público. A ellos se han abrazado como muchos ciudadanos comenzaron a hacer, ya en la vuelta a la normalidad tras el virus.
Tras la actuación, Susana Merino y Asunción Errazquin han hablado de esta particular performance de danza en la que han destacado su fuerte carga simbólica. Merino ha explicado que “con el cuerpo se puede transmitir todos los agobios y los miedos que tuvimos en aquellos momentos”. Y “el movimiento del cuerpo puede narrar más que un texto teatral”, señala la actriz.
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