Desde esta semana, los 9 vehículos que componen la totalidad de la flota de autobuses urbanos de Colmenar Viejo (perteneciente al Grupo Interbús) son híbridos, los que combinan un motor de combustión y un motor eléctrico y que son considerablemente más respetuosos con el medio ambiente, silenciosos y eficientes que los de motor únicamente de combustión.
La localidad ya contaba desde marzo de 2015 con cinco autobuses urbanos híbridos: dos en las líneas urbanas L3 y L4 (el servicio de estas dos líneas se traspasa a la línea urbana L5 en varias franjas horarias del día por motivos de demanda) y tres en la línea mixta L723 (esta línea es urbana pero también cubre el trayecto interurbano entre Colmenar Viejo y Tres Cantos).
Ahora, los cuatro autobuses que aún tenían únicamente motor de combustión se han sustituido por vehículos híbridos por lo que la flota ya al completo tiene esta tecnología: el autobús de la L1; el de la L6; los cuatro de las líneas L3 y L4 (aglutinadas en varias franjas del día en la L5); y los tres de la L723.
Cuando en marzo del año pasado entraron en servicio los 5 primeros autobuses híbridos, Colmenar Viejo se convirtió, en ese momento, en el décimo municipio de la región en utilizar estos vehículos cuya tecnología es eficiente en entornos donde se producen muchas paradas y, por tanto, el motor eléctrico puede recargar en cada frenada, ahorrando combustible. Según los expertos, estos vehículos permiten reducir hasta un 75% las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y la contaminación acústica.
«Hoy en día, creo que pocos municipios de nuestra región pueden presumir de tener todos sus autobuses urbanos híbridos, algo de lo que se benefician no sólo los más de 5.000 usuarios diarios de estos vehículos sino también el resto de los vecinos porque la mejora de la calidad ambiental del municipio afecta a todos», ha destacado el Alcalde de Colmenar Viejo, Miguel Ángel Santamaría.
Los autobuses híbridos colmenareños cuentan con los últimos avances en tecnología, sostenibilidad, accesibilidad y confort, incorporan dispositivos de información para personas con dificultades auditivas y de visión, plataformas de acceso para personas con movilidad reducida, sistemas de ayuda a la explotación (SAE), sistemas de monética inteligente e incluso puntos USB en la zona de pasajeros para la carga de teléfonos móviles.
