Detenidas dos personas por hurtos mediante ‘abrazo cariñoso’ en Colmenar y Miraflores

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Agentes de la Guardia Civil de Colmenar Viejo han detenido a dos personas por su presunta implicación en cuatro delitos de hurto. Habrían utilizado el método del ‘abrazo cariñoso’ en Colmenar Viejo y Miraflores de la Sierra.
Según la Guardia Civil, los detenidos lograron sustraer relojes y joyas de gran valor sentimental para las víctimas. Se acercaban a ellos para preguntarles por una dirección y aprovechar para cogerles de las manos de forma cariñosa o abrazarles. En ese momento robaban los objetos.
Agentes de la Guardia Civil han detenido a dos personas acusados de cuatro delitos de hurto mediante el método del ‘abrazo cariñoso’ ocurridos presuntamente en Colmenar Viejo y Miraflores de la Sierra. Los agentes pertenecen al Área de Investigación del Puesto Principal de Colmenar Viejo.
Según la Guardia Civil, los detenidos lograron sustraer relojes y joyas de gran valor sentimental para las víctimas. El método utilizado por los detenidos era el ‘abrazo cariñoso’. Se acercaban a ellos para preguntarles por una dirección y aprovechar para cogerles de las manos de forma cariñosa o abrazarles. En ese momento robaban los objetos.
La Benemérita señala que el operativo se puso en marcha tras la denuncia de una mujer de 83 años por la sustracción de una pulsera de oro. El relato de la víctima señala que la posible autora podría ser una mujer muy joven y con acento extranjero.
Dos días después de ese suceso, se dio a conocer otra denuncia, en esta ocasión, de un varón de 63 años por el hurto de un reloj en circunstancias similares.
Las cámaras de seguridad de la zona permitieron ver a la presunta autora, así como a un individuo que, desde un vehículo, realizaba labores de vigilancia y huida del lugar. Dicho vehículo fue detectado a finales de la pasada semana junto a las dos personas arrestadas.
Según los datos facilitados por Guardia Civil los detenidos por estos robos por el ‘abrazo cariñoso’ son dos personas. Por un lado un varón de nacionalidad alemana de 29 años, con antecedentes y un señalamiento de las autoridades austriacas. Por otro una chica de 17 años y de nacionalidad rumana, quien se encargaba de dirigirse a las víctimas para preguntarles por una dirección.

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