Este es y fue Eduardo Andradas
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Opinión
Eduardo Andradas.- El ADN de una persona, está compuesto de su legado familiar, de su hogar, de su barrio, de sus antepasados. Este quien escribe y que un porcentaje de esta localidad decidió que le representara en el pleno del Ayuntamiento, es su ayer y su memoria anterior, junto a su hoy. En estas líneas para quien me quiera conocer os narro quienes fueron los que me precedieron con apellidos Andradas y De Diego.
El hermano de mi bisabuelo, Juan Andradas de la Orden, miembro de la UGT de Villanueva de la Torre (Guadalajara), fue fusilado el 21 de junio de 1941 por el régimen fascista. Era jornalero. Sebastián de Diego Ortiguela, hermano de mi abuelo, la última ubicación conocida fue Alcázar de San Juan(Ciudad Real) en 1937. Parecer ser, que a principios de febrero de 1939 pasó la frontera hacia Francia con los restos del ejército Popular y se lo tragó el olvido. Fue juzgado en rebeldía y sentenciado por el Régimen de Franco.
Joaquín Andradas, socialista y sargento del Ejército Popular de la República, fue hecho prisionero en la Casa Campo de Madrid el 28 de marzo de 1939, estuvo 15 meses detenido en diferentes estadios de fútbol usados como recintos penitenciarios y cárceles de la capital. Pablo de Diego Ortiguela. Comunista, concejal en Valdetorres del Jarama, cabo de la 206 Brigada Mixta, opositor al golpe de estado del Coronel Casado en marzo de 1939. Apresado el 2 de abril de 1939, condenado a muerte. Posteriormente indultado pasaría hasta septiembre de 1944 encarcelado en Ocaña o Alcalá de Henares. Durante diez años estuvo en libertad vigilada y debía presentarse los primeros de mes en el cuartel de la Guardia Civil a firmar.
Teófilo de Diego Ortiguela, hermano de mi abuelo Pablo, detenido el 31 de marzo de 1939 por oponerse en julio de 1936 al Golpe de estado y pertenecer al Comité local del Frente Popular. Encausado en 1940, fue puesto en libertad meses después.
Jesús Andradas Sáez, mi padre. Afiliado al PSOE-Histórico de Rodolfo Llopis en 1975. Edil de Juventud o Educación en los Gobiernos de los alcaldes Carlos Muñoz tras 1979 y concejal del Partido Socialista hasta 1987. Fue miembro del Comité Regional de la FSM-PSOE y delegado de UGT- En 1993 se hizo militante del PASOC (Antiguamente denominado PSOE-H). Pasó hambre tras la posguerra en su domicilio en la Calle Limón de Madrid, fue agredido por un guardia Civil siendo un niño por ser hijo de “Rojo”.
Natividad de Diego Blanco, mi madre. Afiliada al PSOE hasta el 2003 y al sindicato CCOO en su Federación de Pensionistas actualmente. Es militante de Podemos.
Desde mi niñez mamé la Agrupación del PSOE en la Calle Fernández Guisasola de Alcobendas. Las historias de la guerra del 36, de la República, de la represión Franquista y del sindicato UGT. En 1989 fui elegido en sexto de EGB del Colegio Juan XXIII delegado al consejo escolar por los alumn@s. En séptimo y octavo delegado de clase, circunstancia que repetiría en el IES Aldebarán en 1993. En 1991 leí con 15 años la historia de la Guerra Civil de Hugh Thomas y al terminarla me puse con varias obras de Karl Marx, del economista Paul Sweezy y de Herbert Marcurse. Uno es lo que lee también. Dejé las lecturas de cómic por la poesía de Rafael Alberti, Arthur Rimbaud, Alfonsina Storni o Sylvia Plath. Con todo ello salí a mi juventud, a pelearla.
No fui mucho de discotecas, Kaos ni Nivel7, si del Bar el Sapo o el Cherokee. Quien me conoce me recordará con una melena amplia, suelta y unos parches de Scorpions y Iron Maiden en la cazadora vaquera. Gracias a que se cruzó en mi educación, Paco Bartolomé (gran persona, mejor profesor de Alcobendas) aprendí a relacionarme con los árboles, las flores o la lluvia. Le debo el introducir el ecologismo en mí. Por eso en 1999 decidí hacerme vegetariano (me alimento de huevos y queso) tras leer algunas lecturas sobre el modo de producción económico y la huella que deja en los ecosistemas.
Crecí en una familia humilde, trabajadora. Recuerdo llevar una imitación de zapatillas Victoria con agujeros, ya que mi padre perdió el trabajo. O ver a mi madre ir a trabajar a la fábrica o planchar en casas de la Moraleja. Mis vacaciones eran en un deshabitado pueblo de Ávila llamado Saornil de Voltoya, de allí era mi abuela Margarita o de estar todos los meses de verano en Valdetorres del Jarama con mi abuela Alejandra en una casa con 110 años sumados. La clase obrera de ese tiempo se refugiaba en los llamados “Pueblos”. Nunca me faltó un plato en la mesa, ni un juguete, pero si en mi calle donde vivía sé que ello pasaba. En el descampado donde hoy está el Parque Cataluña vi muchas veces “pincharse” heroína en vena a vecinos y vecinas de esta población.
Mi primer trabajo fue como el de muchos jóvenes de 17 años repartiendo propaganda en los buzones, hasta que en 1995 hice el servicio militar en el cuartel de Ferroviarios de Fuencarral. Entonces no se podía ser militar y estar afiliado a un partido político. Desde 1993 lo hacía en Izquierda Unida, atraído por los discursos de Julio Anguita. Recuerdo un mitin suyo en junio de 1995 en Madrid en el que me presenté directo del cuartel con la bolsa del ejército al hombro a gritar OTAN NO en él. Tras dejar el cuartel trabajé de jardinero, en el Continente y en las oficinas de CitiBank locales, durante muchos años, pero eso ya es otra historia.
Un@ es lo que vivió, padeció y sintió. Mi concepción es que más allá de votar a unas siglas se debe conocer a quien las gestiona y cuál fue su trayectoria donde se presenta. Por espacio no puedo explicar más existencia, pero si quería que la gente cuando deposita su voto tenga el conocimiento de a quien lo hace.
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