Todo aquel objetivo que es definido por uno mismo tiene, siempre, un 90% de posibilidades de ser exitoso. Si bien, este es un principio básico para cualquier actividad, muchas veces perdemos de vista esta máxima a la hora de generar objetivos en las empresas. El objetivo general siempre ha de ser uno conjunto, que nos sirva de guía para un tiempo determinado. El establecimiento de objetivos también pone de relieve todos los recursos que necesitamos para alcanzarlos.

Los objetivos empresariales son de vital importancia para el futuro de la empresa a todos los niveles. Las ventajas que podemos destacar son:

Enfoca esfuerzos en una misma dirección, consiguiendo que se originen estrategias y que se asignen recursos para poderlos conseguir.
Al establecer objetivos, podremos evaluar su consecución y cumplimiento.
Generan: Coordinación, organización, participación, compromiso, motivación, satisfacción, control…
Disminuyen la incertidumbre ya que fija el camino a seguir estableciendo prioridades.

Detrás de unos objetivos generales deben de existir unos objetivos estratégicos que marquen el rumbo. Cada departamento tendrá unos objetivos tácticos que marquen las prioridades. Los objetivos operacionales son los propios de cada persona, lo que cada empleado puede hacer para conseguir esos objetivos generales. Todos estos objetivos han de ser coherentes unos con otros.

El establecimiento de objetivos en las empresas ha de ser un trabajo tanto en equipo como individual.

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Todo aquel objetivo que es definido por uno mismo tiene, siempre, un 90% de posibilidades de ser exitoso. Si bien, este es un principio básico para cualquier actividad, muchas veces perdemos de vista esta máxima a la hora de generar objetivos en las empresas. El objetivo general siempre ha de ser uno conjunto, que nos sirva de guía para un tiempo determinado. El establecimiento de objetivos también pone de relieve todos los recursos que necesitamos para alcanzarlos.

Los objetivos empresariales son de vital importancia para el futuro de la empresa a todos los niveles. Las ventajas que podemos destacar son:

Enfoca esfuerzos en una misma dirección, consiguiendo que se originen estrategias y que se asignen recursos para poderlos conseguir.
Al establecer objetivos, podremos evaluar su consecución y cumplimiento.
Generan: Coordinación, organización, participación, compromiso, motivación, satisfacción, control…
Disminuyen la incertidumbre ya que fija el camino a seguir estableciendo prioridades.

Detrás de unos objetivos generales deben de existir unos objetivos estratégicos que marquen el rumbo. Cada departamento tendrá unos objetivos tácticos que marquen las prioridades. Los objetivos operacionales son los propios de cada persona, lo que cada empleado puede hacer para conseguir esos objetivos generales. Todos estos objetivos han de ser coherentes unos con otros.

El establecimiento de objetivos en las empresas ha de ser un trabajo tanto en equipo como individual.

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