La colaboración ciudadana fue determinante para que la Guardia Civil conociese la existencia de este criadero ilegal de perros. “Son importantísimos los avisos de ciudadanos en casos como este. En concreto esta vez les llamó la atención el excesivo ruido, el gran número de animales, los ladridos y olores”, señala el Sargento Primero Javier Díaz.
Tras el aviso, los agentes pertenecientes al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) localizaron unas instalaciones situadas en una zona apartada del núcleo poblacional de ambas localidades, donde pudieron observar un gran número de canes, de razas como bulldog francés, chihuahua y yorkshire terrier.
El centro carecía de licencia de núcleo zoológico, y se constataron infracciones graves y muy graves en materia de protección y bienestar animal tanto en los animales como en las instalaciones, “las condiciones higiénico-sanitarias eran deficientes, algunos animales presentaban un aspecto de extrema delgadez, nuestra primera obligación es la protección del animal sobre todo los que requieren asistencia urgente”, destaca el sargento.
Finalmente se intervinieron 85 de los perros, principalmente animales enfermos, cachorros, hembras recién paridas y otras preñadas siendo trasladados un gran número al CIAAM y el resto a centros y albergues autorizados y colaboradores de la CAM.
En cuanto a las infracciones, el sargento ha explicado que estas son impuestas por cada comunidad autónoma pero que suelen conllevar sanciones económicas y en primera instancia la intervención de los animales.
El sargento Javier Díaz ha resaltado que “al adquirir un animal tenemos que tener en cuenta que es un compromiso serio, es para un día. Hay que fijarse que sea un centro autorizado, que el animal tenga su documentación, que haya pasado la cuarentena en caso de ser necesario, que tenga pasaporte sanitario, cartilla, vacunas…”
graves en materia de protección y bienestar animal.
