El ‘Silencio’ de Blanca Portillo cuelga el ‘no hay entradas’ en Sanse

Escrito hace
11 mesesel
Por
Sonia CrespoLa obra, de Juan Mayorga, se sube a las tablas del Teatro Adolfo Marsillach, el sábado 7 de mayo a las 20h
El texto surge del discurso que el autor realizó cuando se convirtió en académico de la RAE
‘Silencio’ es uno de los éxitos de la temporada teatral, ha llenado todos los recintos donde ha pasado y es una auténtica maravilla. Un tándem espectacular formado por el director, Juan Mayorga, y la actriz, Blanca Portillo, quienes al finalizar la función tendrán un encuentro con el público.
«El silencio es algo terrible cuando es impuesto, pero puede ser terreno fértil cuando lo elegimos», explica Juan Mayorga quien reflexiona sobre el actual ‘horror vacui’ de una sociedad en la que los mensajes no paran de ‘bombardear’ al espectador.
«En ningún momento es el actor tan soberano como en el silencio», explica Mayorga. Y es a su actriz, Blanca Portillo a la que imaginó interpretando el papel y a quien, preguntado por si vería a otra persona en el personaje explica: «vería a Blanca Portillo haciendo el mismo papel de distintas formas. La enorme Blanca Portillo consigue construir un silencio habitado».
Sinopsis
Vestido con un traje de etiqueta dentro del que no acaba de sentirse cómodo, cumpliendo con el preceptivo protocolo, el dramaturgo, o acaso una actriz amiga a quien ha pedido que lo represente en el solemne acto, va a ingresar en la Academia pronunciando un discurso titulado Silencio. Sus oyentes son los otros académicos, con los que comparte estrado, y las personas -familiares, amigos, colegas, autoridades, desconocidos…- que han venido a acompañarlo esta tarde.
Va a hablar sobre el silencio en la vida y en el teatro, quizá también sobre el silencio en su vida y en su teatro. Y, sobre todo, va a viajar por silencios teatrales o literarios que han marcado su memoria y su imaginación -el silencio de Antígona, el de La casa de Bernarda Alba, el de la Carta al padre, el de Woyzeck, el de La vida es sueño, el de La más fuerte, el de El Gran Inquisidor, el de los frágiles personajes de Chéjov, el de las extrañas criaturas de Beckett, el de Sancho Panza…- y, arrastrado por el deseo de teatro, llegará a interpretarlos como si estuviese en un escenario. Igual que a los espectadores, esos silencios pueden enfrentar, a quien escribió el discurso y a quien ahora lo pronuncia, con los silencios de sus propias vidas.
Quizá quien pronuncia el discurso y quien lo escribió tengan, en cada momento, la tentación de callar. Quizá el silencio, que soporta el discurso y sobre el que el discurso indaga, ponga el discurso en peligro. Y quizá lo más valioso sea finalmente, por encima y por debajo de las palabras, poder escuchar juntos el silencio.

Escrito hace
2 mesesel
27/01/2023
Escrito hace
2 mesesel
16/01/2023