Iberozona: Culebras grandes en Tres Cantos ¿Buenas o malas noticias?

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2 añosel
Lagartos ocelados, culebrillas ciegas y hasta el peculiar gallipato han salido a nuestro encuentro estos días, pero la que nunca nos ha fallado ha sido Escalerita, la culebra de escalera, una de las mascotas que usamos en Iberozoa Junior
Este mes de octubre hemos salido al campo con las familias de Tres Cantos en una iniciativa por la que el Ayuntamiento de Tres Cantos nos dio un premio el año pasado: “A través de la naturaleza tricantina”. Consiste en salir al campo con jóvenes y familias durante todo el mes de octubre para conocer nuestras especies, el valor del entorno natural de la zona y plasmar toda esa inspiración en un concurso posterior donde se repartirán hasta 800 euros en premios, pudiendo presentar desde un dibujo o una manualidad hasta una canción, rap o un audiovisual. Cualquier elemento artístico vale, ya que el objetivo es acercar a la población a su naturaleza mostrando todas estas piezas en una gala que se celebrará en diciembre.
¿Por qué anunciamos este evento ahora? Bueno, en primer lugar por motivos obvios, para dar a conocer los proyectos que desarrollamos desde la Asociación Iberozoa en el norte de Madrid y otras partes de España, pero en segundo lugar, siendo el motivo del programa de hoy, porque las más de 100 personas que han acudido a las mismas han tenido encuentros sorprendentes con los verdaderos protagonistas de estas rutas: los anfibios y los reptiles. El primero de ellos consistió en el rescate de una culebrita bastarda de lo que denominamos un “efecto trampa” (ya hablaremos más de ellos, pero básicamente son estructuras en las que los animales caen y no pueden salir, como la arqueta donde estaba atrapado el animal); el segundo de ellos ocurrió nada más y nada menos que en parque de los Alcornoques, es decir en la propia ciudad de Tres Cantos, ¡con un ejemplar de la misma especie de más de un metro!… Estos hallazgos nos sirvieron para acercar a los ciudadanos a estos incomprendidos animales, de hecho esta especie lleva esa mala fama incluso en el nombre: la culebra bastarda (Malpolon monspessulanus) se distingue por su gran tamaño, ya que llegando a los 2m es la serpiente más grande de toda Europa, con color verdoso-parduzco y unas escamas supraoculares a modo de “cejas” que le dan esa mirada de cabreo constante. Es curioso como esta “culebra” está más emparentada con las cobras africanas que con el resto de culebras ibéricas. Es un ejemplo de la mezcla de faunas europea y africana que residen en la Península. A pesar de que tiene veneno, éste no afecta a la salud humana de forma alarmante y además lo inocula con sus colmillos traseros: tiene dentición opistoglifa. Es como si un humano te intentara morder con las muelas del juicio.
Lagartos ocelados, culebrillas ciegas y hasta el peculiar gallipato han salido a nuestro encuentro estos días en Tres Cantos, pero la que nunca nos ha fallado ha sido Escalerita, la culebra de escalera, una de las mascotas que usamos en Iberozoa Junior que nuestra compañera Rocío (a la que mandamos un fuerte saludo) inmortalizó en forma de peluche gigante. La culebra de escalera (Zamenis scalaris) es una experta cazadora de roedores. De color marrón amarillento, cuando es joven su patrón recuerda a una escalera de mano, pero a medida que crece pierde los “peldaños” y mantiene dos líneas longitudinales. Su primera reacción al detectar una amenaza es huir, por lo que si no las molestas no tienes nada que temer. Pasa igual con todas las serpientes, sean venenosas o no.
Quizá estos encuentros en Valdeloshielos puedan parecer más normales, pero tener grandes serpientes o culebras dentro de la ciudad de Tres Cantos da que pensar… ¿Debemos preocuparnos por su presencia? Si estás pensando en su peligrosidad, la respuesta es no. Deberías temerle más a la picadura de una abeja o al mordisco de un perro. A pesar de alcanzar tamaños superiores a un metro y medio, ninguna de las dos suponen una amenaza para mascotas o seres humanos. De hecho son todo lo contrario: su posición en la cadena trófica las configura como controladoras de plagas naturales (insectos y roedores vectores de enfermedades) y a su vez son alimento de mamíferos y rapaces icónicos del entorno. Es decir, su presencia es síntoma de una correcta dinámica ecosistémica, regulan la cadena trófica en las dos direcciones. En otras palabras: su presencia supone un ahorro en salud ambiental y dinero. No solo eso, es que además son especies protegidas y forman parte de nuestro patrimonio natural. Por eso y por la pasión que despiertan en nosotros les damos tanta importancia en Iberozoa, donde estas especies son protagonistas de muchos estudios con los que medimos el estado de sus poblaciones en la ciudad. Aunque estas observaciones con las familias llaman mucho la atención, la realidad es que cada vez quedan menos de estos animales, especialmente de los grandes. Cambio la pregunta, ¿debemos preocuparnos por su ausencia?
La respuesta es sí. Lo que en Valdeloshielos es, por suerte, una rutina, en los parques y zonas urbanizadas es cada vez más raro. La aparición de una de estas serpientes o culebras en Tres Cantos genera alarmismo. Esto es normal, puesto que en nuestra genética de primates africanos se encuentra programado un sobreestímulo ante la presencia de una serpiente potencialmente peligrosa. El caso es, no te culpes por temerlas si es tu caso: lo que es adquirido y debe ser cambiado es el odio que acompaña esta exaltación cerebral: falsos mitos, peligrosidad distorsionada… en definitiva, un legado cultural que nada tiene que ver con cómo las interpretan otras culturas en el mundo donde sí hay especies muy venenosas. Esto lo aprenden los niños y las familias no sólo con lo que Escalerita les transmite, o con poder ver una serpiente salvaje en directo, también lo hacen en nuestra actividad de Iberozoa Junior “El día de las serpientes”. Un desprecio fruto de la desinformación que motiva su declive en aquellas zonas donde interaccionan con seres humanos… curiosamente en aquellas zonas donde su función ecológica es más efectiva, donde su aparición debería ser siempre una buena noticia, como lo ha sido en las rutas de estos días.
La Iberozona: Culebras grandes en Tres Cantos ¿Buenas o malas noticias? por Antonio Martín Higuera, de Asociación Iberozoa
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