Más sostenibles: La peligrosa moda de hacer ‘tótems’ de piedras

Escrito hace
1 añoel
Por
Sonia CrespoJesús Toledano, educador ambiental y guía de montaña.-Seguramente durante alguna expedición habéis encontrado un montón de rocas encimadas sobre un sendero. Y es posible que desconozcáis qué representa. Su significado es algo simple “Vas por buen camino”.
Es utilizado por alpinistas, senderistas, campistas para marcar rutas donde hay muy poca vegetación o es difícil seguir el camino. Este tipo de señalización es utilizada con frecuencia en alta montaña.
Y ahora la curiosidad, un poco de historia.
La región del Círculo Polar Ártico fue el primer sitio en utilizar rocas encimadas para marcar la ruta.
En Asia, las culturas budistas y taoístas suelen amontonar rocas como una forma de representación del equilibrio interno.
También las culturas andinas de America del Norte y del Sur solían montar túmulos similares en sitios sagrados; y en Irlanda y Escocia los cairns provienen de las tradiciones celtas.
Se les conoce bajo el nombre de ”Inukshuk”, que significa “alguien ha estado aquí” o “vas por buen camino”.
En algunas zonas de Perú, Argentina o Chile son conocidos como “Apachetas” y, además de marcar el camino, son una ofrenda para los dioses de la montaña, para pedir protección durante el ascenso.
Algunos dicen que las apachetas nacieron debido a la preocupación de los incas por el orden. Por dividir, medir distancias, marcar y separar sectores. Otros sólo le dan un significado religioso y dicen que eran altares donde rendir homenaje a los dioses.
En algunos países también son conocidas como “Mangos”, “Pirámides”, “Piedras encimadas” o “Camino de piedras”.
Además del significado religioso o cultural, en muchos sitios se suelen levantar estos pequeños montículos como mojones para marcar caminos, o delimitar donde empezaba y terminaba una propiedad, en tiempos donde no había alambradas ni otra forma de dividir parcelas.
Una mala moda con reacción en cadena
Las pocas plantas como el perejil marino (Chrithmum maritimum), el coixinet de monja y diferentes especies del género Limonium que pueden crecer entre la salinidad, los vientos y la fuerte exposición solar realizan una paciente tarea para que las raíces se introduzcan entre las rocas en búsqueda de la humedad necesaria. “Pero si remueves las piedras, la vegetación desaparece rápidamente”
Muchas de estas plantas se caracterizan por tener flores grandes, lo que atrae un gran número de pequeños animales, como arañas, hormigas y escarabajos. Si las plantas se secan, los insectos desaparecen. Y el paso siguiente es el quiebre de la cadena alimenticia, porque estos invertebrados son el plato favorito de diversos reptiles y aves, muchos de ellos endémicos.
Relacionado:
- El Museo del Traje homenajea con una exposición a la muñeca Nancy en el 55 aniversario de su nacimiento
- La compañía australiana Circa ofrecerá en enero a Teatros del Canal con circo, danza contemporánea y teatro físico
- Las 15 cámaras de videovigilancia de plaza Elíptica estarán listas también en octubre en 2024