El mirador de libros: ‘Los renglones torcidos de Dios’ y ‘Marcelina en la cocina’

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Por
RedacciónJulio Elvira, propietario de Librería El Mirador .- Hoy hablamos de “Los renglones torcidos de Dios” novela escrita en 1979 por Torcuato Luca de Tena y publicada en múltiples reediciones por el grupo Planeta.
Han pasado 40 años y sigue siendo una novela que siempre está de actualidad y más ahora con la película dirigida por Oriol Paulo.
En ella se relata la historia de Alice Gould, una mujer que es internada en un hospital psiquiátrico siguiendo las pistas referentes a un caso de homicidio. En la novela se plantea si la protagonista es realmente una detective o sufre una enfermedad mental… El curso que toman los acontecimientos le hará pasar de detective a sospechosa en un juego de pistas tejido con asombrosa maestría.
Con la finalidad de documentarse adecuadamente, el autor se internó durante 18 días en una institución psiquiátrica, donde convivió directamente con enfermos mentales que sirvieron de base para la creación de los personajes de la obra.
Es una novela que nos hace disfrutar de la lectura conforme vamos leyendo con una temática adictiva que funciona como un juego de espejos, unos personajes llenos de intensidad y bien desarrollados y un final del que es mejor no decir nada….
La propuesta para el público infantil es “Marcelina en la cocina” escrito por Gracia Iglesias e Ilustrado por Sara Sánchez y editado por Miau Editorial.
Una propuesta divertida sobre una jirafa “Marcelina” que no sabe de cocina pero quiere hacer un gran cena que le guste a su sobrina.
Con los textos rimados y llenos de musicalidad hacen que el ritmo del álbum sea muy agradable de leer y escuchar.
Con ayuda de sus amigos que le aconsejan mil cosas disparatadas la cena se convierte en una fiesta de locos. Por ella pasan Timoteo el jabalí, la cebra Manuela o la hipopótamo Avelina, alguno de ellos protagonista de otros cuentos de la autora.
Un divertido álbum ilustrado que nos habla de la amistad y de la colaboración y nos enseña que para hacer una cena perfecta no hay mejores ingredientes que los amigos.