¿Hay que introducir el Bisonte europeo en España?

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Por
RedacciónCarlos Javier García, biólogo de la Universidad de Valencia y miembro de Iberozoa.– El bisonte europeo (Bison bonasus) es el mayor herbívoro del continente europeo y ha seguido la evolución históricos paralela al de su enorme pariente el bisonte americano (B. bison). Aunque esta variante europea no fue tan abundante como el americano sí que estuvo distribuido ampliamente desde Francia hasta Rusia.
También sufrió un proceso de exterminio por parte de los seres humanos desde la Edad Media hasta ser exterminado en estado salvaje hace un siglo.
A partir de ejemplares conservados en distintos zoológicos europeos, se consiguió reintroducirlo en diversas reservas por todo el continente a lo largo del siglo XX y lo que llevamos del XXI.
Pero, ¿y los de Altamira?
Sin embargo, se sabe que los bisontes encontrados en yacimientos de toda España (como los madrileños de Somosagua o el santuario de caza en Pinilla) o los representados en las cuevas de Altamira son el bisonte de estepa, pues no hay constancia ninguna de que el bisonte europeo haya vivido alguna vez en la Península Ibérica, y eso ha disparado un debate de si se debería introducir o no.
El bisonte de estepa (Bison priscus), que fue el bisonte del Pleistoceno-Holoceno de Eurasia y Norteamérica que ocupaba la famosa “estepa del mamut” dominada por matorrales y hierbas, sobrevivió al cambio climático de hace 10000 años pero acabo extinguiéndose hace unos 2000 dada la proliferación de los bosques con las nuevas temperaturas.
Al mismo tiempo, hace 9000 años apareció en Europa el bisonte europeo (Bison bonasus), un pariente algo más pequeño y adaptado al nuevo ecosistema arbóreo que pasó a dominar los territorios.
En 2016 estudios genéticos parecen mostrar que el bisonte europeo es un híbrido natural entre el bisonte de estepa y el uro (Bos primigenius), al parecer hace unos 120.000 años un bisonte estepario montó a una vaca de uro y su descendencia continuó cruzándose.
Tres subespecies, dos linajes
Se reconocen tres subespecies del bisonte europeo:
– Bisonte europeo de llanura (B. bonasus bonasus)
– Bisonte europeo del Cáucaso (B. b. caucasicus)
– Bisonte europeo de los Cárpatos (B. b. hungarorum)
Hoy día hay unos 8400 bisontes europeos distribuidos en 20 países europeos con dos linajes:
- La “línea tierras bajas” (B. b. bonasus), que desciende de 7 bisontes fundadores (3 machos y 4 hembras), pero incluso el cuello de botella genético es aún mayor ya que el 80% de los genes actuales provienen de dos únicos fundadores.
- La “tierras bajas/Cáucaso”, que desciende de 12 fundadores (provenientes de 1 macho y 4 hembras) siendo este el último macho de la subespecie caucásica que había sobrevivido en cautividad. Este macho caucásico se cruzó con hembras “tierras bajas” y por esto la línea es mixta entre las dos subespecies de tierras bajas y caucásico, si bien predomina “tierras bajas”.
Baja variabilidad genética, poca adaptación
En general, los bisontes europeos sufren de baja variabilidad genética, tal vez por eso los bisontes reintroducidos están estrechamente controlados en recintos en semi-libertad debido a su baja adaptabilidad a cambios en el medio, además la esperanza de vida de los animales es corta, tienen problemas de adaptación entre los 2-5 años.
En los últimos tiempos, el movimiento Rewilding intenta recuperar los grandes herbívoros que una vez vivieron en Europa sobre todo para controlar el crecimiento incontrolado de los bosques, especialmente de cara a la prevención de la gravedad de los incendios forestales, control que sólo hasta cierto punto puede hacer el ganado doméstico.
Pros y contras de la introducción en España
Con respecto a España existen varios centros de introducción del bisonte europeo como en Palencia (Bisonbonasus), Burgos (Paleolítico Vivo), León (Riaño, Boñar), Segovia (Lastras de Cuellar, Cubillo, la Serreta), Cantabria, Asturias, Valencia … contanto con alrededor de 100 ejemplares en nuestro país. Balanza de pros y contras:
Pros:
- Centros que actúan como refugios y reservorios de la especie.
- Turismo en zonas deshabitadas.
- Interés cinegético.
- Biorremediación y prevención.
- Poblaciones adaptadas a condiciones climáticas distintas.
- Concienciación.
Contras:
- Especie introducida.
- Gastos económicos.
- Problemas sociales.
- Maltrato animal.
- Viabilidad futura escasa para estas poblaciones.
Por tanto, vistos todos los pros y contras, y viendo que no es (ni fue) una especie típica de nuestra península, mi opinión es que no debería de invertirse mucho más dinero ni esfuerzos en la introducción y conservación de esta especie en nuestro país.
Es lógico que las poblaciones ya establecidas deben mantenerse, pero no veo viable seguir invirtiendo en planes de futuro de esta especie, sería más recomendable invertir los recursos en estudiar otras áreas de distribución e incluso generarlas.
