La Iberozona: Cómo pierden la cola las lagartijas

Escrito hace
2 añosel
Un tópico de la infancia es el de atrapar lagartijas en el muro del colegio. En alguna de estas capturas, es frecuente que ocurra algo que todos conocemos: que el animal pierda la cola. Pero, aunque lo hayas vivido, ¿de verdad conoces todo que este fenómeno conlleva?
Antonio Martín, Iberozoa – Para empezar, la autotomía caudal, es decir la pérdida voluntaria de la cola, no es algo exclusivo de las lagartijas. De nuestra fauna, los lagartos de mayor porte también lo realizan, e incluso otros reptiles como las salamanquesas, el lución, los eslizones o la culebrilla ciega. De hecho, uno de nuestros anfibios más peculiares, la salamandra rabilarga, también lo lleva a cabo. Sin embargo vamos a hablar únicamente de reptiles, ya que la regeneración de tejidos en los anfibios está A otro nivel. Con lo primero que tenemos que quedarnos es que es un proceso programado, es decir, perder la cola es una decisión voluntaria.
¿Cómo se produce el corte?
Si queremos comprender este proceso, tenemos que fijarnos en la anatomía interna de la cola. Para ello en las imágenes os mostraremos los escáneres de unos ejemplares de eslizones que utilicé en un estudio en la Universidad de Bristol hace unos años. Y para los oyentes, os la describo: las vértebras de la cola de las lagartijas están divididas en dos, como si fueran una clavija. En el momento del corte, la clavija salta y no sólo se separa el hueso, también se separan todos los tejidos (la piel, los músculos…) que, lo creáis o no, están ubicados también en segmentos, como si la cola entera fuera un conjunto de paquetes uno tras de otro. Así, la lagartija elije por qué segmento cortar. La pérdida de sangre se reduce gracias a que los músculos cercanos a la zona de corte se contraen, cerrando los vasos sanguíneos.
¿Cómo es la regeneración?
Igual de fascinante que la pérdida es la regeneración. A grosso modo, un reptil tarda entre 30 y 60 días en regenerar la cola de nuevo, pero esta no vuelve a ser la misma, ni por fuera ni por dentro. Donde antes había vértebras, crece un tubo de cartílago. La musculatura también cambia: en lugar de haber paquetes musculares acompañando a las vértebras, crece un único haz de fibras. Y en algunas especies ni siquiera las escamas vuelven a ser las mismas. La cola pasa de ser una serie de segmentos repetidos, todos aptos para desprenderse, a ser un tubo unificado, sin planos ni huesos donde la cola se pueda volver a dividir. La única opción de que el lagarto vuelva a perder la cola es que el desprendimiento se produzca en una vértebra anterior. Este proceso es posible gracias a las células madre presentes en la cola y al igual que todos los que ocurren en el organismo, está regulado por genes muy concretos. Genes que, de ser capaces de activar en humanos, pudieran permitirnos regenerar nuestras extremidades. Esto también se aplica a tratamientos más realistas, como defectos de nacimiento o artritis. Algunas veces se producen anomalías y podemos ver individuos con dos y hasta tres colas.
¿Qué gana si pierde la cola?
Lo más llamativo de que la cola se suelte son los movimientos que realiza. Las señales nerviosas para su realización provienen de la médula espinal, concretamente de un centro nervioso ubicado en la punta, que transmite la señal al resto de la médula seccionada. ¡Es como si la cola tuviera su propio cerebro, que se activa al desconectarse del cerebro normal! Es más, se piensa que realiza un movimiento u otro según lo que capta del entorno… ¡y todo esto una vez cortada! Todo esto es para distraer a los depredadores, ya que es un objetivo muy impredecible. Una de las formas de evitar convertirse en comida más conocidas pero más sorprendentes y eficaces.
¿Y que pierde, a parte de la cola?
Pero perderla tiene también consecuencias a largo plazo: no pueden volver a perder la cola regenerada, por lo que para sobrevivir a un segundo ataque el reptil modifica su comportamiento y huye antes. Y es que la decisión de desprenderse de la cola no es tan fácil e influyen muchas variables como el sexo, la distancia al refugio… es una baza que solo puede jugar una vez, la regeneración es muy costosa energéticamente y la cola cumple otras funciones muy importantes, como interacciones sociales, locomoción y sobre todo como reserva de nutrientes, algo especialmente importante antes de la hibernación o para las hembras al ser las que desarrollan a la siguiente generación.
Por eso es muy importante que no fuerces a ninguno de estos animales a realizar la autotomía caudal, ya que alteras su vida en todos los sentidos. ¡Y esto se aplica también a tus mascotas! Por ejemplo, los gatos son una verdadera amenaza para reptiles y otros animales, y esto es un problema que está en tus manos, no en sus zarpas.
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