Más tecnológicos: Oficina virtual, antesala del metaverso

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RedacciónJosé David Rodríguez, asesor tecnológico de IBIS Computer.- Con la pandemia nos acostumbramos a trabajar desde casa, y eso creó una verdadera revolución en nuestra manera de trabajar. Las reuniones ahora eran por videoconferencia, con todo lo que ello suponía, de bueno y de cómodo, y de inconvenientes. Recordemos cuando se cortaba la comunicación o cuando alguien aparecía en calzoncillos sin recordar que tenía la cámara puesta o se le colaban los niños en plena reunión.
El caso era trabajar desde casa poder colaborar con los compañeros de manera telemática e incluso con los clientes. De hecho, la mayor parte de las reuniones con estos últimos también han pasado ya a ser por videoconferencia.
Todo ello puede tener unos pros y unos contras, lo bueno es que los contras son fácilmente solucionables.
Ventajas e inconvenientes de la ‘Oficina virtual’
Montar una oficina virtual va más allá de hacer videoconferencias, en la que puedes verte y hablar, pero ¿cómo enseñas un documento? Sí, se lo podemos enviar por mail, pero ¿cómo le señalas un párrafo? Muchos conocen la respuesta y me van a decir: “uy, pero si podemos compartir los documentos en pantalla!… ¡Claro! Madre mía, lo que hemos aprendido con la pandemia…
Eso se puede, y eso lo hemos aprendido, pero es que podemos hacer muchas cosas más. Podemos tener documentos guardados en sitios comunes y en los que podemos estar trabajando varias personas a la vez y, además, viendo en tiempo real lo que están haciendo o escribiendo nuestros compañeros.
Podemos tener salas concretas para temas concretos. Por ejemplo, un canal para los comerciales en el que hay una estructura de carpetas donde cuando se tienen reuniones se pueden grabar y así no tenemos que llamar a los compañeros a preguntar dudas, tenemos el vídeo y ya no hay ni que tomar apuntes en las formaciones.
Igual que un canal para los comerciales puede haber otro para administración o facturación, otro para producción, otro para almacén, servicio técnico, etc. Además de canales para proyectos concretos o especiales en los que pueda haber gente de distintos departamentos colaborando.
¿Cuál es la maravilla?
Que todo esto está al alcance de cualquier empresa. Muchas veces hablamos de soluciones que requieren una gran inversión, pero para poder tener todo esto, nos basta con el mismo gasto que tenemos previsto para office.
¿Y qué pinta el metaverso en todo esto?
Pues sencillamente en darle forma a esas salas que te acabo de contar, y en darnos forma a nosotros mismos.
Cuando digo darle forma a ese canal que tienen, por ejemplo, los comerciales, es que en lugar de entrar en un espacio en el que hay un chat y se pueden hacer videoconferencias, ese chat se sustituirá en algún momento por una sala. Entraremos como si fuera en un videojuego donde vemos una oficina, y nosotros, en lugar de ponernos la cámara, tendremos un avatar, por lo que bien con teclas o con gafas y elementos de realidad virtual, nuestro muñequito se irá moviendo por la sala y exponiendo por ejemplo en una pizarra, o haciendo gestos que ayuden a explicar lo que estamos contando.
Será como un universo paralelo, o sea, el metaverso.
Y todo esto lo enfocamos desde el trabajo, pero ahora que tenemos a nuestro avatar, ¿Podrá salir de la oficina?, ¿podrá quedar con los compañeros de trabajo para irse a tomar unas cañas?, ¿pagará las cañas con monedas virtuales? Y si tiene muchas monedas virtuales se podrá comprar un coche o una casa virtual…