El origen del topónimo Robledo de Chavela

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Nota de PrensaGuillermo Herrero – Algunas teorías sostienen que Chavela sería el resultado de la derivación de “ocho en vela”, en alusión al número de soldados que vigilaban en la edad media la fortaleza, y que estarían representados por los ocho velones o chapiteles que rematan la torre de la iglesia o bien, según otras fuentes, los ocho pequeños torreones que rodean el ábside del templo.
Pero para Pedro Luis Siguero Llorente Robledo de Cha Bela significa “el bosque de robles del hijo del repoblador Bela”.
Cha o Echa es una partícula que se utilizaba para indicar la procedencia dinástica de esa persona, y que generalmente no equivalía a “de la estirpe o descendencia de.. » sino que era directamente “hijo de…”. Deriva del vasco-ibérico aita, “padre, abuelo”. Está bien documentado, por ejemplo, Egga en Silos en 1067, o Ecta, en 1064.
Por lo tanto, es muy probable que el repoblador de Robledo de Chavela procediera de Vasconia, La Rioja o la parte de Burgos donde se hablaba vascuence. Esta partícula aparece en pueblos segovianos como Chañe, Añe, Chatún, etc.
Bela era el nombre del padre de Cha Bela, seguramente uno de los repobladores que vinieron en la primera oleada. Bela, Beila o Begila era un nombre de varón, tal vez godo, aunque también se ha propuesto para él un origen vasco a partir de bela “cuervo”.
Se menciona, ejemplo, en “Martín Vela” en 1278 en Oña (Burgos), etc. De él deriva el apellido Vélez, originariamente “hijo de Bela”. El nombre forma parte de pueblos segovianos como Esteban Vela, Villovela de Pirón -“villa de Bela”-, Bela Díaz (despoblado en Espirdo) y Bela Gómez (en Sangarcía).
Despoblados en Robledo de Chavela
– La Rozuela: Despoblado cuyo nombre se refiere a que se hizo una pequeña roza o roturación en el bosque, tal vez precisamente para construir allí unas casas.
– Moraleja: Despoblado cuyo nombre original se ha perdido, que estaba en la linde entre Robledo y Fresnedillas. Moraleja es diminutivo de moral, que significaba “lugar con moras, moradas o viviendas”. Medio kilómetro al noroeste del despoblado se conserva la base de un torreón, precisamente en un paraje llamado El Castillo.
– Navahonda: Despoblado en torno a la ermita de Navahonda. El culto a la virgen de Navahonda continúa en Robledo de Chavela, ya que es la patrona del pueblo. Hay un Navahondilla en Ávila, a unos 23 kilómetros en línea recta de este despoblado de Navahonda, por lo que seguramente fue fundado por repobladores venidos de aquí. Nava Fonda se menciona ya en el Libro de la Montería, del s. XIV.
Varios topónimos de Robledo de Chavela
– Fuente de la Duquesita: Este vocablo proviene de un título nobiliario que el castellano importó de Francia. Diminutivo de duquesa, la mujer del duque y este del francés Duc, “título de honor destinado en Europa para significar la nobleza más alta”. En el latín dux, ducis, “guía, conductor, jefe”, también está relacionada con la palabra ducere, “conducir”.
– Fuente Mariquitas: Del plural de Mariquita. Además de poder referirse a que en el entorno de la fuente hubiera ejemplares de coccinélidos, conocidos comúnmente como mariquitas, vaquitas de San Antonio o catarinas, también pudiera referirse a un conjunto de mujeres descendientes de una llamada María. Son varios los casos en que su origen está relacionado con este curioso hecho.
– Monte Agudillo: del latín mons, montis. Es una versión de “tierra inculta, cubierta de árboles, arbustos o matas”. En cuanto a Agudillo, diminutivo de agudo, puede referirse a elevación.
Antaño, los quintos salían de madrugada el 31 de diciembre junto con sus padres y familiares, con dos carros tirados por bueyes hacia esta zona de montes del municipio, para cortar los troncos de los árboles secos y enfermos y preparar la Hoguera de los Quintos.
Se trata de una antiquísima tradición que se remonta al año 1296. Cada año, en Nochevieja, los quintos utilizaban esas maderas para prender una gigantesca hoguera en el centro de la Plaza para recibir el año nuevo.
Se celebra desde 1296, porque ese fue el año en el que los robledanos ganaron el pleito a los segovianos sobre la propiedad de la imagen de la Virgen de Navahonda. Al terminar la Misa del Gallo, el cura bendecía en la puerta de la Iglesia las teas que los quintos utilizaban para prender la lumbre.
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