Tras las huellas de la Sierra: Origen etimológico y popular del topónimo Torrelodones

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RedacciónGuillermo Herrero, responsable de toponimia ADESGAM.- Se menciona por primera vez en 1287 como la Torre de Lodones. Se ha escrito que era la “torre de los almeces”, basándose en que lodón fue un nombre común del árbol llamado almez (Celtis australis). Sin embargo, Pedro Luis Siguero Llorente nos indica que para interpretar topónimos correctamente hay que ponerlos en su contexto medieval y establecer comparaciones con otros parecidos.
Las torres defensivas generalmente recibían el nombre de su propietario, que generalmente era un magnate repoblador. Así, tenemos Tor Don Gutierre (1247) – hoy Torrejón de Velasco (Madrid), Torre de Nuño Gómez -despoblado en Chañe (Segovia)-, etc.
Lodones es deformación de Lobón o Lobones, nombre medieval de varón, derivado de Luponis. En la documentación aparece un “frater Loponi” (Sahagún de Campos, Palencia, 984) y un “Johan Lobon” (Oña, Burgos, 1276). Del latín Lupone, relacionado con lupus, “lobo”.
Se repite en Villalobón (Palencia), Lobón (Badajoz) y el despoblado de Lobones, en Valverde del Majano (Segovia). Es un nombre singular, no plural, con dos formas, Lobón/Lobones, similares a Patón/Patones O Mangión/Mangiones.
Todavía existe en algunos pueblos de Castilla el nombre de Lope, con el mismo significado de “lobo”. Debió ser muy común en la Edad Media, dado frecuente que es actualmente el apellido López, “hijo de Lope”.
Otra teoría respecto al significado de este topónimo nos dice su origen quizá se encuentre en los grandes lodos que ocasionalmente se formaban en la zona. Don Carlos Picabea, ilustre vecino del pueblo citó: la tradición atribuye a los árabes la fundación del pueblo de Torrelodones y convienen las crónicas en que se llamó así porque tuvo sus comienzos en una gran torre en derredor de la cual se formaban grandes acúmulos de “lodos” en tiempos de lluvia y nieve.
Sin embargo, estas dos no son las únicas hipótesis que existen en torno al nombre de Torrelodones. Hay que tener en cuenta que la torre de los Lodones, conocida en la actualidad como la atalaya de Torrelodones, es uno de los escasos vestigios medievales que se conservan en la Sierra de Guadarrama. Y que la barrera natural, que conforman las escarpadas formaciones rocosas, protegió a las poblaciones circundantes durante el asalto árabe.
Existe una historia que, por tradición oral se ha transmitido entre los vecinos del municipio de generación en generación. Cuentan que según avanzaba la reconquista las poblaciones de Madrid y Toledo habían sidorecuperadas de manos moras cuando D. Tirso Lodón, un caballero cristiano, decidió regresar al hogar en este pueblo que hoy llamamos Torrelodones. Los años de ardua batalla le habían agotado y la senectud amenazaba con vencerle, por lo que, apelando al favor del rey, emprendió el camino de vuelta. En su hogar, le esperaban su paciente esposa y sus dos hijos, Sancho y Ferrán, que ya habrían abandonado la niñez.
La llegada al castillo transformó su alegría inicial en melancolía, pues los dos niños que dejó al cuidado de su amada, se habían convertido en dos hombres, ahora huérfanos y sin respeto a la autoridad paterna. De sus ojos no brotaron lágrimas mientras narraban la pérdida de su madre y no dudaron en marcharse a malgastar su hacienda.
Tirso, señor de Lodón, bien conocía el origen de su apellido: `Lodón´, árbol recio de la zona con un tronco de intenso color grisáceo. Su escudo heráldico, pensaba Lodón, debía palidecer al contemplar la vergonzosa forma en que sus dos hijos trataban a las gentes del lugar.
Sabiendo que el señor del castillo había regresado de la guerra, no tardaron en llamar a su puerta todos los agraviados. Así que, harto de sus actos, expulsó aSancho y Ferrán del castillo, que se refugiaron en la torre. Como era Noche de Difuntos, Tirso Lodón decidió esperar hasta la llegada del día.
A la mañana siguiente, subió las escaleras seguido de sus sirvientes. Encontró la puerta entreabierta y halló los cuerpos sin vida de sus hijos. Temiendo no poder aclarar su inexplicable muerte, Lodón ordenó colgar a sus hijos de la torre, aparentando una falsa redención de sus pecados. Los vecinos de la zona, que no creyeron dicho final, terminaron por atribuir la muerte al mismísimo diablo.
Esta historia se transmitió oralmente durante generaciones, bautizando el lugar en su honor, primero como `tierra de Lodones´ y, posteriormente, como Torrelodones.
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