Tras las Huellas de la Sierra: Repaso a lo mejor de la temporada

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RedacciónGuillermo Herrero, responsable de www.toponimos.es.- Esta semana en Tras las Huellas de la Sierra repasamos los mejores momentos de la temporada.
De Francisco Giner de los Ríos
Nacido en 1839, se puede decir que fue el primer guadarramista. Antes de conocer la sierra, de su Ronda natal llegó a Madrid para realizar sus estudios de doctorado y en 1876, funda la Institución Libre de Enseñanza basándose en modelo pedagógicos rompedores.
Pero sobre todo fue un amante de la Sierra de Guadarrama, de su naturaleza, pueblos y costumbres fue pionero en el excursionismo didáctico. La experimentación con la naturaleza, con las cosas “pequeñas” y sus interacciones, hasta comprender lo más complejo y trascendente, forman parte de la filosofía de Giner de los Ríos.
De los posibles fantasmas en Santa María de la Alameda
Dentro del término municipal de Santa María de la Alameda existieron varios despoblados. Entre ellos se encuentra La Lastra, que, tras la guerra, los supervivientes no volvieron al que fue su pueblo, La Lastra, por la “tan mala fama” ya que se decía que, a escondidas, varias mujeres practicaban artes oscuras con danzas invocadoras y que éste era un hecho probado. Ya que, a las afueras, (un topónimo se llama campo de brujas) crecían setas formando grandes círculos, que señalaban el lugar de reunión de los aquelarres de brujas.
De varios oficios típicos de la sierra, como los neveros
Los neveros eran los responsables de mantener los “pozos de nieve” y alcanzaron una gran notoriedad entre los siglos XVII y XIX. Su trabajo consistía en almacenar el hielo y llevarlo a la capital para el consumo de los madrileños. Concretamente tenían que dotar de hielo a la Villa y Corte de Madrid, distante de más de cincuenta kilómetros y que suponía muchas horas de transporte a lomo de caballos y mulas.
De lo que pasó en la sierra en la nochebuena de 1808
Cuando el ejército de Napoleón enfiló el puerto del León (una de las carreteras más modernas y transitables de la época), pero una gran nevada y ventisca se levantan en la sierra. Pese a las advertencias de los habitantes, conocedores de los peligros del temporal en la montaña, Napoleón sometió a sus tropas, a sus caballos y a la impedimenta de cañones, bueyes, mulas y carros a una cruel ascensión al puerto. Los testimonios de los oficiales y mandos del ejército son elocuentes hablando de que el frío era mayor que el que habían soportado en Polonia.
De Colmenar Nuevo
Posible despoblado del que existen fuertes indicios. El propio nombre de Colmenar Viejo parece indicar que existió un Colmenar Nuevo, que cuando ya era muy pequeño habría sido conocido como Colmenarejo. Cuando se despoblara sus últimos habitantes se habrían ido a vivir a Colmenar Viejo, donde fueron apodados colmenarejos por su procedencia, lo cual originó allí ese apellido “Colmenarejo”, que hoy es muy frecuente en el municipio.
De la independencia de San Sebastián de los Reyes
Que perteneció a Alcobendas hasta que varios habitantes de este pueblo, hartos del mandato despótico de Juan Arias Dávila, señor de Alcobendas, se quejaron formal y directamente al rey Fernando el Católico. Y así el 23 de agosto de 1492 treinta y una personas solicitan a la Villa de Madrid nueva vecindad en un nuevo poblado que el concejo aprueba, asignándoles días después los solares donde comenzaría el pueblo de San Sebastián de los Reyes.
De como los esquiladores empegaban a las ovejas
Empegarlas consistía en marcarlas con la pez, sustancia que se obtenía de la resina, o brea, en la parte alta de su lomo con una señal o con las iniciales de cada pastor. Había varias cuadrillas de esquiladores competían noblemente por ver quién lo hacía mejor y más rápido en un pajar o en los corrales si el tiempo era bueno. Trabajo duro el de estos hombres.
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