Trata sobre el tabaco habano pero desde el punto de vista artístico de cómo se publicitaron mediante estampas litografías.
La exposición que se puede ver hasta el 30 de septiembre, no tiene como objetivo detallar la historia del codiciado tabaco habano, sino mostrar las estampas litográficas de sus marquillas cigarreras, vistas, bofetones, vitolas o anillas.
El uso del cigarro puro aumentó notablemente en el siglo XVIII. De 1833 a 1845, el tabaco era ya la industria más importante de Cuba después de la caña de azúcar, debido a su reconocida calidad.
Como una buena herramienta para garantizar sus marcas y mejorar la presentación de sus productos, descubren la estampa litográfica, en la que por aquellos años los talleres ya habían logrado una técnica muy depurada. Según parece, fue entre los años 1845 y 1850 cuando surgen en Cuba las primeras etiquetas litografiadas
acompañando a las cajas de cigarros puros. En 1907, la gran Compañía Litográfica de La Habana mantiene hasta nuestros días el prestigio de sus presentaciones.
Hasta el 30 de septiembre puedes conocerlas al visitar en la primera planta del Museo Etnográfico El Caserón la exposición temporal ‘El humo impreso’, de la Fundación Joaquín Díaz,
La exposición pertenece a la Colección Teresa Pérez Daniel
