El estado de alarma ha obligado a muchos comercios a cerrar temporalmente sus puertas y por lo tanto a dejar de dar servicio a la clientela lo que ha dejado a muchos en una situación económica difícil. La librera tricantina Elena Martínez, al frente de Serendipias, ha contado en Onda Cero Madrid Norte que ha recurrido a repartir a domicilio los libros pedidos por sus clientes, siempre desinfectados y entregándolos con guantes y mascarilla, para poder enfrentarse a la situación económica. En muchos de lso casos, ha utilizado una bicicleta para ir de un lado a otro de la ciudad.
“Un esfuerzo extra para no cerrar del todo”
“Ha sido un esfuerzo pero era necesario hacer algo porque nos veíamos sin ingresos y hubiéramos tenido que cerrar del todo”, ha explicado para añadir también que han tenido “expreso cuidado en cumplir con el lavado de manos y usar mascarillas en todo el proceso, y en la entrega usar guantes, mascarilla y visera”.
Además de la venta online, Martínez ha seguido organizando actividades lúdicas y de fomento de la lectura entre el público que normalmente acude a los mismos de manera presencial: se han hecho encuentros online con autores (por ejemplo, con Espido Freire), pero también la propia librera ha realizado la lectura de cuentos online a través de sus redes sociales para que los niños y niñas pudieran irse a dormir con un bonito relato.
En estos momentos de fase 0 de desescalada, la librería ha puesto un puesto al lado del local en la calle para quienes quieran comprar algún libro, pero sin entrar en el local. Argumenta que “no es posible controlar quien toca qué, y estar detrás de todos los clientes”. Para próximas fases de desescalada todavía está barajando cómo hacerlo para seguir dando servicio con total seguridad para clientes y trabajadores, y mantener el negocio.
Apoyemos al comercio local
También ha hecho un llamamiento al público en general, para que apoyen de verdad al comercio de proximidad, al de calle, frente a las grandes superficies o las plataformas de venta online, puesto que comprar en ellas en el futuro, no solo va a ayudar a mantener empleo, ahora en peligro, sino también dar vida a las calles.
