La muestra consta de 45 trabajos realizadas en acrílico sobre lienzo. Isabel Rivas no es una pintora taurina, pues su trabajo tiene una gran versatilidad: paisajes urbanos, el mar, retratos, etc. En este caso la pintora nos introduce en el microcosmos de la plaza de Las Ventas, donde habitan numerosos personajes generalmente anónimos, pero habituales tarde tras tarde, y sin cuya labor no sería posible el espectáculo taurino: areneros, monosabios, timbaleros, el que pinta la raya blanca del tercio de varas, los músicos, mayorales…, que además imprimen sus propias costumbres que acaban haciéndose ley. Según explica el catálogo de la exposición, “la plaza de toros de las Ventas es un pequeño universo con alma propia en medio de la ciudad de Madrid. Su imponente arquitectura apenas desvela el embrujo de su vida interior. Allí se encuentra un mundo de luz y color, repleto de colores y texturas; un mundo que se mueve a un ritmo diferente, que engancha, que enamora…” |